ROEDORES TRANSMISORES DE ENFERMEDADES:
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y CONTROL
Los roedores hicieron su aparición en la tierra miles de años antes que el
hombre, y hoy constituyen una de las especies animales de mayor población en el
planeta, debido a su capacidad de adaptación y a su gran potencial reproductivo. Si
bien las vizcachas, nutrias y cuises entre otros, pertenecen al mismo grupo, en este
artículo se presentará la problemática referida únicamente a ratas y ratones.
Los roedores son mamíferos que se caracterizan por su dentición, poseen un
par de incisivos en cada mandíbula que les sirve para alimentarse y construir sus
madrigueras. Dentro de este grupo encontramos 400 géneros y cerca de 2000
especies que se adaptaron a distintos ambientes de agua dulce. Los más conocidos
son la rata parda, noruega o de agua (Rattus norvegicus) y la negra (Rattus
rattus), el ratón doméstico (Mus musculus, Mus domesticus) denominados
roedores comensales por compartir la vivienda y los alimentos con el hombre. Existen
otras especies silvestres como Calomys musculinus, C. laucha, y el colilargo
(Oligoryzomys flavescens y O. longicaudatus). Estas especies de roedores
silvestres si bien tienen poco contacto con el hombre, pueden servir de reservorio de
agentes infecciosos por un largo tiempo. Los roedores comensales por sus hábitos
de vida toman contacto con las especies silvestres produciéndose la infección o
contagio de forma directa (por contacto con orina, excreciones, heces, alimentos
infectados) ó indirecta (picaduras o mordeduras de insectos, garrapatas, pulgas,
piojos, mosquitos y otros). Cuando estos vuelven al hábitat que comparte con el
hombre y los animales domésticos, se producen los brotes de enfermedades. En
general a las especies del género Rattus se las denomina RATAS y al resto de los
géneros y especies RATONES o LAUCHAS.
La proximidad entre hombres y roedores puede llegar a ser muy estrecha. Los
perjuicios sanitarios causados por los mismos representan un importante riesgo,
fundamentalmente en países subdesarrollados, donde el incorrecto almacenamiento de
alimentos junto a malas prácticas de higiene de la población, conducen a un aumento
en la incidencia de enfermedades zoonóticas, entendiéndose por tal, a las
enfermedades que en condiciones naturales son transmitidas desde los animales al
hombre.
En la actualidad un número importante de personas viven en lugares muy
pobres en áreas urbanas superpobladas o se desplazan hacia ambientes naturales con
propósitos de asentamiento y trabajo. La Zona Hortícola Platense (ZHP), que
comprende las localidades de La Plata, Romero, Abasto, El Pato, El Peligro, se ha
caracterizado en las últimas décadas, por recibir una fuerte corriente migratoria
proveniente de distintos lugares tanto del país como de países vecinos. En muchos
casos, los asentamientos se han realizado en forma precaria en los alrededores de los
predios de producción. Esto, sumado a un incorrecto manejo de los residuos de la
cosecha de productos hortícolas como así también de los subproductos de la
producción avícola (guano), hacen que se potencien los riesgos de contraer
enfermedades por favorecer el incremento de las poblaciones de ratas y ratones. Se
debe recordar que:
ALIMENTO + AGUA + REFUGIO = ROEDORES = RIESGO SANITARIO
La ZHP es considerada actualmente una zona endémica de Hantavirus, ya
que anualmente registra casos de la enfermedad, sin embargo, tanto en zonas urbanas
como rurales, existe poca conciencia sobre la presencia de roedores y la magnitud de
las enfermedades que transmiten, y en consecuencia, poco es lo que se hace para
prevenir su propagación. Dado que la prevención de estas enfermedades, en la
mayoría de los casos es la única alternativa, y que pueden ser consideradas
“enfermedades laborales” para los distintos actores de la actividad agropecuaria,
los objetivos de este trabajo son:
Identificar los rasgos biológicos y de comportamiento de ratas y ratones.
Conocer las principales enfermedades transmitidas por roedores.
Establecer pautas de higiene que disminuyan las poblaciones de roedores.
Utilizar medidas de prevención y control seguras.
Valorar el cuidado del ambiente, tanto en la manipulación de los alimentos
como la contaminación del mismo.
COMPORTAMIENTO Y ASPECTOS BIOLÓGICOS
Los roedores han desarrollado distintas habilidades para conseguir su alimento
y refugio, por lo tanto el conocimiento de las mismas, permitirá adoptar una correcta
estrategia de prevención y manejo de la plaga.
Las ratas y ratones poseen un sentido del olfato muy desarrollado, que les
permite ubicar el alimento, la pareja y diferenciar integrantes de la misma comunidad
como así también individuos intrusos. A través de la orina, heces y secreciones
geniales dejan rastros de olor que son percibidos por los miembros de la comunidad.
Están capacitados para detectar concentraciones mínimas de sustancias tóxicas lo que
dificulta la formulación de los cebos tóxicos. Lo mismo ocurre con el sentido del gusto,
detectan pequeñas cantidades de sustancias amargas o ácidas que complica la
utilización de atrayentes alimentarios en los cebos.
Con respecto al oído, no sólo detectan los sonidos en el mismo rango que el
hombre, sino que además lo hacen en el ultrasonido. Los ojos de los roedores están
desarrollados para la visión nocturna, tienen alta sensibilidad a la luz pero una pobre
agudeza visual. Los colores los perciben en distintas gamas de grises, a pesar de ello el
amarillo y el verde, que los detectan como grises claros, son los más atractivos. Por tal
motivo se los utiliza en la elaboración de cebos tóxicos ya que además repelen a las
aves. No detectan el rojo, es por ello que para los estudios de comportamiento se los
evalúa utilizando luz roja.
Con respecto a las habilidades físicas, en menor o mayor medida, los roedores
están capacitados para cavar, nadar, saltar, trepar y roer. Por ejemplo la rata parda o
de agua tiene un hábitat semiacuático, se la encuentra a las orillas de ríos y arroyos,
como así también en redes cloacales y de desagües. Puede nadar de 50 a 70 horas
antes de quedar exhausta. Por esta vía y a través las rejillas de desagüe pueden
ingresar a los domicilios. La rata parda ha desarrollado además la capacidad de cavar
para construir sus madrigueras, las mismas no exceden los 50 cm. de profundidad y
pueden tener túneles que las interconectan. Mientras que la rata negra puede llegar a
hacer hoyos cuando no estén instaladas en la zona colonias de rata parda. Las demás
especies de ratones, en general, utilizan cavidades naturales del suelo para hacer sus
nidos.
La rata negra es hábil para trepar en distintas superficies por ejemplo, trepa sin
dificultad postes de teléfonos y cañerías y está capacitada para dar grandes saltos,
puede llegar a los 77cm en un salto vertical y 2,4m en uno horizontal.
ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR LOS ROEDORES
LEPTOSPIROSIS
Es una enfermedad producida por una bacteria del género Leptospira que ataca a
distintos animales como: perros, roedores, vacas, caballos, ovejas, cerdos y el hombre.
Afecta principalmente al hígado y riñones. Produce fiebre, cefaleas, decaimiento,
erupciones en la piel, ictericia, meningitis, entre otros síntomas. En algunas especies
animales produce abortos. Los animales enfermos eliminan por orina las bacterias,
contaminando el agua y el suelo, diseminando así la enfermedad. De esta forma el
hombre toma contacto con el microorganismo, fundamentalmente al realizar su trabajo
en la actividad rural, por tal motivo es considerada una enfermedad laboral para
Ingenieros Agrónomos, Veterinarios, horticultores, agricultores, tamberos, ganaderos,
empleados de frigoríficos, etc. El hombre también puede infectarse en actividades
recreativas como la pesca o por contacto con sus mascotas. La prevención consiste en
medidas de higiene personal y ambiental que permita el control de roedores y la
erradicación de basurales, sobre todo aquellos que están próximos a cursos de
agua o que son de fácil encharcamiento. Los trabajadores deben utilizar guantes y
botas y en lo posible realizar construcciones a prueba de roedores. En caso de
tener que sanear una zona infectada, utilizar además ropa que proteja toda la piel,
barbijos y anteojos. Deben erradicarse los perros callejeros y vacunar aquellos que
tengan dueño. Los animales vacunados no se enferman pero son portadores de la
enfermedad, y si bien existen casos de personas que se contagiaron por animales
vacunados, es muy poco frecuente. No existe vacuna para el hombre. Recordar que
estos microorganismos permanecen durante mucho tiempo en aguas superficiales. En
el partido de Quilmes en el año 2001, se produjo un brote de leptospirosis con 30
casos, 3 de ellos fatales. La transmisión de persona a persona es sumamente rara.
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HANTAVIRUS:
En la Argentina los primeros casos de infecciones por Hantavirus, fueron comunicados
en la década del 80, aunque el primer brote por Síndrome Pulmonar por
Hantavirus (SPH) que ocurrió en El Bolsón (Río Negro) comienza en 1995, con
setenta y siete casos. En la actualidad aparecieron infectados en zonas distantes como
Salta, Jujuy, norte de Buenos Aires (La Plata con casos fatales), Entre Ríos, sur de
Santa Fe, Neuquén y Chubut, con un índice de mortalidad de 48 %. El Hantavirus tiene
una alta infectividad, precisamente es en Argentina donde se comunicaron los primeros
casos en América de transmisión de persona a persona. El virus se mantiene en la
naturaleza infectando crónicamente a sus reservorios, ratas y ratones de distintas
especies, algunos conocidos como “colilargos”. El virus es eliminado a través de la
orina, heces y saliva y transmitido al hombre por la aerolización de estas excretas,
es decir, estos productos de desecho liberan al aire el virus que es inhalado por el
hombre. Por tal motivo, al igual que la Leptospirosis, es considerada una enfermedad
laboral para el trabajador rural ya que en su actividad diaria puede estar en contacto
con dichos aerosoles. También puede penetrar a través de heridas en la piel o
mucosas. Los síntomas que produce son: fiebre, dolores musculares, escalofríos,
nauseas, vómitos, dolor de cabeza, diarrea y malestar general, luego aparecen
taquicardia y tos. No existe vacuna para el hombre, por lo tanto las únicas medidas
para disminuir su incidencia son la prevención y la erradicación de las poblaciones
de roedores.
FIEBRE HEMORRÁGICA ARGENTINA:
Es una enfermedad que se observa principalmente en zonas cerealeras de nuestro
país, donde se acostumbra llamarla “mal de los rastrojos”. Afecta al hombre y
animales y es producida por un virus denominado Junín por ser en esta localidad
Bonaerense donde se produjo el primer brote. Se encuentra en ratones silvestres que
anidan en maizales como así también en roedores domésticos que invaden viviendas,
galpones y estaciones de ferrocarril. En 1958 el área estimada era de 16.000 Km2 y en
la actualidad se estiman 150.000 Km2. Si bien se producen casos durante todo el año,
son más frecuentes en otoño e invierno.
Forma de contagio: Los nidos o madrigueras de los roedores poseen partículas del
virus, cuando las máquinas agrícolas destruyen los refugios, quedan contaminadas con
el virus. El trabajador rural al tocar las máquinas y luego las mucosas y los ojos
adquiere la enfermedad, de allí el nombre de mal de los rastrojos. Los primeros
síntomas son similares a la gripe pero luego continúa con hemorragias que pueden ser
gástricas, gingivales, intestinales, nasales, en muchos casos provoca la muerte.
En Argentina se produce una vacuna efectiva denominada Candid # 1. Actualmente
se utiliza sólo en adultos que se desempeñan como trabajadores rurales ya que existen
cantidades limitadas. Dado que es una enfermedad laboral el empleador puede y
debe exigir la aplicación de la vacuna antes de contratar al trabajador.
Los roedores so también reservorios de las siguientes enfermedades o parásitos:
Peste bubónica (transmitido por pulgas), salmonellas, brucelosis (garrapata),
encefalitis equina venezolana (mosquitos), triquinosis, toxoplasmosis y
chagas (vinchuca) entre otras.
Además de la importancia sanitaria que tienen estas enfermedades, se deben sumar
las grandes pérdidas económicas en los productos alimenticios cosechados y
almacenados por la predación de los mismos y el daño causado al roer caños, cables,
estructuras entre otros.
Madrigueras de
Rattus norvegicus
REVISANDO MADRIGUERAS
RATÓN DE CAMPO
PREVENCIÓN
Eliminar la posibilidad de acceso a los alimentos.
Guardar los alimentos de los animales durante la noche.
Guardar los restos de comida y desperdicios en recipientes con un cierre seguro.
Cortar el pasto en un radio de 30 metros alrededor de la casa.
Apilar la leña sobre una tarima separada del suelo 30cm, como mínimo y a una
distancia de 30m o más de la vivienda.
Eliminar vehículos abandonados y cubiertas usadas que puedan servir como
refugio.
Prevenir la entrada de roedores a la casa sellando con lana de acero orificios
mayores a 0,5 cm, por ejemplo las aberturas alrededor de los caños de luz, gas o
teléfono.
Disminuir el espacio debajo de puertas y ventanas. Colocar mosquiteros.
Es conveniente en zonas endémicas rellenar con grava o arena el espacio que
queda libre debajo de los pisos de madera.
Realizar construcciones con cimientos de cemento.
En caso de estar en una zona donde se comprobaron casos de Hantavirus utilizar
guantes, anteojos y barbijos en las tareas de limpieza.
Evitar levantar polvo, en caso de comprobar la presencia de excremento de ratas o
ratones ventilar el lugar por lo menos 30 minutos y luego pulverizar el lugar con un
desinfectante, por ejemplo hipoclorito de sodio (lavandina).
No eliminar sus enemigos naturales como lechuzas, búhos, chimangos, halcones,
gatos, perros y hurones.
Utilizar trampas de resortes (ratoneras) con cebo.
Antes de colocar las trampas eliminar los alimentos para que los roedores busquen
únicamente el cebo colocado en la trampa.
No tocar las mascotas antes de colocar las trampas, el olor de los enemigos
naturales las ahuyentan. La nicotina produce el mismo efecto.
Si se produce una captura retirar el roedor muerto con guantes, enterrarlo y
desinfectar con lavandina.
ENEMIGOS NATURALES
Un método biológico de control lo constituyen los enemigos naturales que se
encuentran en forma espontánea en la naturaleza, de allí la importancia de su
preservación que permite mantener o aumentar la tasa de mortalidad de la plaga y
evitar que se produzcan picos poblacionales indeseables. Dentro de ellos podemos
encontrar a los hurones, gatos, perros y las aves. Existen dos grandes grupos de aves
comúnmente denominadas "rapaces":
• Falconiformes: cóndores y jotes, águilas, aguiluchos, chimangos, caranchos, halcones y gavilanes.
• Strigiformes: búhos y lechuzas.
Todos son de hábitos alimenticios amplios pero cada uno presenta distintas características:
Los cóndores, jotes, chimangos, caranchos y águilas moras se
alimentan principalmente de animales muertos y/o carroña (pudiendo capturar presas vivas en ocasiones). Los búhos, lechuzas, gavilanes, halcones y aguiluchos se
alimentan de presas vivas. Sin embargo gavilanes, halcones y aguiluchos son
predominantemente diurnos y se alimentan de pequeños mamíferos (ratones), reptiles
(lagartijas y lagartos) e insectos (escarabajos). Búhos y lechuzas en cambio, son de
hábitos nocturnos y se alimentan principalmente de ratones.
QUITAPLAGAS
(011) 1550240752
FRANCO MESSINA
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